SALSA AL WHISKY

Con todos vosotros, la salsa de la vida: la salsa al whisky.

Pues sí, como veis, hoy la cosa va de salsas.

La salsa de la que os voy a hablar era una desconocida para mi hasta hace poco, muy poco, pero me ha conquistado :)

Es una salsa muy sencilla, y pega bastante bien con cualquier comida. Mi experiencia personal me dice que mejor con pasta, pero tampoco le haría ascos con todo tipo de carnes.

Para hacerla necesitaréis:

-        250 gr de bacon.

-        Aceite de oliva.

-        Un vasito de whisky.

-        2 dientes de ajo.

-        500 gr de tomate frito triturado.

-        Sal

-        Una pizca de azucar.

Manos a la obra:

Tomad el vaso de whisky y comprobad que está bueno. Podéis rebajarlo con coca-cola ;) Fuera bromas. Trocead los ajos y añadidlos al whisky. Dejadlo reposar unos cuantos minutos. Veréis que al poco tiempo, el whisky empezará a impregnarse del aroma del ajo.. A ese proceso se le llama maceración, y consiste en que unos cuantos componentes sólidos del ajo se diluyan en el whisky, aportándole nuevas caracterísiticas muy pecularies a su olor y su sabor.

Mientras se macera el ajo, tomamos una sartén en la que freiremos, con abundante aceite, los 250 gr de bacon. Ponedle cariño y atención hasta que quede bien dorado.

Una vez frito el bacon, añadidle el vaso de whisky, pero sin el ajo. Yo os recomiendo retirar los trozos de ajo con un colador.

Dejad el whisky un buen rato a fuego lento hasta que se haya evaporado. Calculo que unos 10 minutos hasta que el alcohol se haya esfumado totalmente.

Finalmente, añadidle el tomate y dejadlo cocer a fuego lento durante 20 minutos. Veréis cómo cambia el color, y cómo va tomando cuerpo poco a poco. Finalmente, añadidle una pizca de azucar, que matará la acidez del tomate y le dará a la salsa un punto dulzón muy interesante ;)

Y ¡¡a disfrutarla!! Ya sabéis, la pasta o la carne corre a vuestra cuenta.